Mitos sobre el hilo dental

Mitos sobre el hilo dental

 “¿Con qué frecuencia utiliza usted el hilo dental?”, es una pregunta que casi siempre le hacen a uno los odontólogos cuando se está recostado en la temida silla. Se nos recomienda que nos limpiemos los dientes de esta manera, junto con el cepillado, dos veces al día. ¿Pero tenemos claro qué beneficio trae adoptar este hábito?

La teoría es que usar el hilo dental reduce el riesgo de caries y de problemas en las encías porque previene la acumulación de placa.

La placa es una pegajosa capa de bacterias que se alimenta de los carbohidratos que comemos. Si se la deja crecer, eventualmente comienza a dañar la superficie del diente, lo que lleva a las dolorosas caries, que deben ser rellenadas o que conducen a la extracción del diente, si están muy extendidas.

La placa comienza a formarse apenas acaba de eliminarse, y si no se elimina puede producir gingivitis, una condición en la cual las encías se inflaman y sangran fácilmente. En un estudio longitudinal de 26 años llevado a cabo en Noruega, se encontró que los dientes que estaban rodeados por encías inflamadas tenían 46 veces más posibilidades de terminar perdiéndose que aquellos con encías saludables. 

Sabemos que el cepillo no puede atacar el problema de la placa completamente, porque es difícil llegar a ciertas áreas entre los dientes. La idea original de usar el hilo dental para alcanzarlas se atribuye a un dentista de Nueva Orleans llamado Levi Spear Parmly, quien recomendaba utilizar seda para este propósito en 1815.

Pero no sólo los seres humanos lo hacen. Macacos cangrejos del templo budista de Prang Sam Yot en Tailandia toma hebras de cabello humano y se las enrollan en los dedos para llegar a esos rincones difíciles de su boca.

Hay mucha evidencia que sugiere que usar el hilo dental reduce los niveles de placa, ¿pero qué pruebas hay de que puede reducir el riesgo de caries y gingivitis? Cuando se analizan con cuidado los datos, la relación no es tan directa como uno pudiera pensar.

Un estudio sobre uso de hilo dental en niños encontró que puede reducir la placa, pero en adultos no es tan fácil de demostrar. 

Una revisión, publicada en 2012 por la respetada ONG de médicos, investigadores y pacientes Cochrane Collaboration, recopiló toda la investigación existente en esta materia y encontró sólo 12 experimentos, la mayoría hechos en Estados Unidos, en los que se le había pedido a unos adultos en forma aleatoria que usaran el hilo dental además de cepillarse los dientes y a otros no. 

Y lo que descubrieron no los impresionó. Combinando los resultados de los estudios y volviendo a analizarlos, hallaron una posible pequeña reducción en la placa, pero la evidencia de los estudios fue calificada de débil y muy poco confiable.

“No estamos en capacidad de afirmar o refutar que usar el hilo dental, además de cepillarse, tiene un beneficio”, concluyeron. Una reducción en la placa sugeriría una reducción en la caries a largo plazo, pero no había ni un estudio práctico controlado que lo comprobara (el más largo había durado nueve meses). Ninguno había incluido una evaluación del efecto en términos de caries porque se habría necesitado más tiempo para observar una diferencia.