¿Te vas de vacaciones?… ¡Genial!
La emoción es lo primero que nos invade, después viene el estrés por todos los pendientes que hacer, guardar los pasaportes, pensar quien nos cuidará las mascotas y hacer las maletas nunca se nos olvida, pero hay algo que siempre se pasamos por alto: Programar una cita con el dentista.
Si, aunque suene raro es importante asistir antes de ir a tu lugar de destino para evitar emergencias que arruinen el relax y la diversión.
Si vas a viajar fuera del país es extremadamente importante que tu odontólogo revise todas las estructuras orales, de esta forma te asegurarás que estás bien y que ninguno de tus dientes te dará problemas durante las vacaciones.
La última cosa que quieres es un dolor de muelas o perder un diente mientras estás acostado en la arena, buceando en el mar, escalando en la selva o simplemente reunido en una cena familiar.
Si los escenarios anteriores aparecen lo mejor es estar preparado, y más aún si no cuentas con un seguro dental.
Algunos países tienen políticas de cuidado dental excepcional inclusive normas de seguridad para turistas apoyándote a la hora de un accidente, pero si estás en una isla lejana, con escasa tecnología y un sistema de salud deficiente ¿Qué crees que pasará?
Al viajar es vital conocer las normas sanitarias de ese país así sea a nivel básico, y en el caso de presentarse una emergencia dental asegurarte de quien te está examinando, lo que va a hacer y verificar si tiene una licencia que le permita practicar la odontología de forma legal.
Muchas veces al ver que son turistas aumentan los precios y lo que era un mes de relajación se puede convertir en una carga económica que dure unos cuantos meses, si cuentas con un seguro dental verifica de todas sus cláusulas y si es posible contrata un seguro de viajes para estar más tranquilo.
Otro punto crítico a recordar es que el lenguaje suele ser una barrera para el tratamiento, si no entiendes lo que el dentista o su personal dental están diciendo, o viceversa pide ayuda de alguien que sirva como traductor o dirígete a otro centro para evitar posibles complicaciones, si no sabes que tratamiento odontológico recibirás, cuál será el costo, o incluso los pasos que debes seguir este no es el lugar para que recibas atención dental.
La salud no es un juego, por eso debes asegurarte qué estándares se manejan comprobando incluso el instrumental que utilizarán, es importante para tu salud bucal que todo lo que utilicen en la cavidad oral este estéril y con fechas vigentes.
Si la emergencia comprende solo un diente astillado o molestias, no acudas al primer centro que veas, tómate un tiempo para investigar los dentistas que se encuentran en el área y decidir cual se adapta mejor a lo que estás buscando y a tu presupuesto.
Recuerda que al viajar en avión la altitud tiene un efecto en la presión del aire, y en muchos casos genera dolor de dientes cuando ya presentas enfermedades orales de base.
Si tienes ortodoncia toma tus previsiones al degustar nuevas comidas que tengan elementos caramelizados o muy duros, ya que podrías desprender un bracket y a pesar que esto no causa dolor es sumamente incómodo. No te abstengas de disfrutar esa nueva cultura y su gastronomía, solo debes estar más alerta que cualquier otra persona.
Para tener unas vacaciones ininterrumpidas cuando se trata de emergencias dentales, lo mejor es ser proactivo y si ya tienes consciencia de tus patologías de base acude al odontólogo para recibir tratamiento, por ejemplo no debes dejar pasar un tratamiento de conducto radicular, dientes agrietados o permanecer con un dolor de muelas que tiene meses fastidiándote.
Tener información de contacto y direcciones listas en caso de emergencia es de una persona responsable y preventiva, si sabes que iras a un área que no proporciona servicios dentales adecuados, habla con tu dentista antes de irte y pregúntale qué hacer en caso de emergencias dentales frecuentes.
Métodos preventivos
No es secreto para nadie que las vacaciones son sinónimo de comer y beber todo lo que nos gusta, pero cuando se trata de tus dientes es importante seguir siendo consciente. Si eres sensible a los alimentos fríos y calientes trata de evitarlos, además los caramelos duros, palomitas de maíz y otros bocadillos que suelen quedar atrapados entre los dientes y causar daño no deben ser demasiado, no olvides empacar tu hilo dental y cepillo de dientes así podrás mantener tu rutina de higiene sin importar el lugar, tiempo u hora.
FUENTE: centauro.com