Las encías inflamadas también pueden deberse a la falta de algún nutriente como vitamina C o hierro. En este caso, la solución sería sencilla: llevar una alimentación más equilibrada.
Relación con el sistema endocrino
La inflamación gingival puede estar provocada por cambios hormonales, lo que hace que en algunos casos afecte más a las mujeres.
Dichas alteraciones hormonales se producen en momentos como los siguientes: durante el embarazo, después del parto, en diferentes fases del ciclo menstrual o en la pubertad.
Brackets, dentaduras u otros aparatos dentales (fijos o removibles)
La colocación de determinados aparatos -una ortodoncia o una prótesis dental- puede dificultar la higiene diaria e irritar las encías.
Para evitar la irritación de encías, es necesario ser especialmente riguroso con el cepillado.
Esto implica lavarse los dientes después de cada comida tratando de llegar a todas las caras de la pieza dental.
Sensibilidad a la pasta o al enjuague dental
Existen numerosas marcas en el mercado que ofrecen productos similares (Listerine, Lacer, Oraldine…).
Por eso, si experimentas irritación con la pasta o el enjuague utilizados habitualmente, te recomendamos que pruebes otro producto.
Cuando lo hagas, presta atención al efecto que produce en tus dientes y encías.
Consumo de determinados medicamentos
En el caso de que seas capaz de relacionar la inflamación de encías con el consumo de un fármaco, informa a tu médico inmediatamente.
Causas: ¿por qué se inflaman las encías?
La inflamación gingival puede deberse a factores muy diversos que van desde una irritación temporal causada por un alimento o un producto que estemos usando a una enfermedad periodontal compleja.
En función de la causa de la hinchazón, ésta se puede solucionar de diferentes maneras.
En el caso de que exista una enfermedad periodontal, es importante prestarle especial atención, ya que lo que comienza como una simple acumulación de sarro puede derivar en una periodontitis grave.
En este punto, se debe tener en cuenta que la piorrea no solamente afecta a las encías, sino que produce daños en los huesos que sostienen los dientes. Estos, como consecuencia, terminan cayéndose.
Fuente: https://www.clinicaferrusbratos.com/