Entre los cinco y los siete años los niños suelen comenzar a cambiar sus dientes de leche por los permanentes. En algunos casos este proceso ocurre antes y en otros después ya que, como en todo, cada niño lleva su propio ritmo.
Los dientes de leche van cayendo para dar paso a los definitivos, pero en un diez por ciento de los casos se produce un fenómeno conocido como «dientes de tiburón», que ocurre cuando el diente permanente crece por detrás del diente de leche sin que éste se haya caído.
¿Por qué salen los dientes de tiburón?
Los niños tienen 20 dientes de leche y en torno a los seis años, éstos comenzarán a ser empujados poco a poco por los dientes permanentes. Esta presión hará que las raíces de las piezas de leche se reabsorban, aumentando progresivamente su movilidad hasta que terminan cayendo.
Pero en determinadas ocasiones las raíces de los dientes de leche son demasiado fuertes y se resisten a caer, por lo que los definitivos acaban naciendo en segunda fila, provocando la aparición de los «dientes de tiburón»
Los dentistas barajan varias teorías que explicarían esta peculiar dentición:
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Podría ser debido a que la raíz de los dientes de leche no se reabsorbiera de forma correcta y la dentición permanente comenzara a colocarse por detrás
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Otra causa que explicaría la aparición de los «dientes de tiburón» sería el apañimiento de los dientes de leche que impediría a las piezas definitivas crecer en su debido lugar
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Y otro motivo podría ser una simple desviación de los dientes definitivos
Aunque a los padres, este fenómento en la dentición nos puede resultar alarmante, es importante saber que en la mayoría de los casos se resolverá de forma natural en pocos días
¿Cuándo debemos consultar con un odontopediatra?
Independientemente de que observemos o no esta peculiaridad en la dentadura de nuestros hijos, las visitas al odontopediatra deberíamos realizarlas de forma rutinaria, a fin de prevenir posibles patologías.
La primera visita debería hacerse coincidir siempre con la erupción de los primeros dientes de leche, para que, en caso de existir algún problema (como ocurre, por ejemplo, con las frecuentes caries de biberón), éste pueda ser tratado lo antes posible.
Si todo marcha bien, la segunda visita al dentista se hará cuando el niño comience a cambiar sus primeros dientes de leche. Es en este momento cuando el profesional podrá advertirnos -si nosotros no lo hemos visto antes- de la aparición de los «dientes de tiburón».
Lo habitual, como hemos visto antes, es que esta situación se resuelva por sí sola de manera satisfactoria en un breve espacio de tiempo.
Sólo en el caso de que los dientes de leche permanezcan inamovibles durante más tiempo conviviendo con unos dientes permanentes en continuo crecimiento, el odontotopediatra valorará la extracción preventiva del diente de leche para evitar el uso de ortodoncia a causa del apiñamiento y maloclusión de las piezas dentales.
Cuando el diente de leche haya caído y el permanente no encuentre resistencia, éste tenderá a desplazarse poco a poco hacia adelante hasta quedar completamente alineado y ocupar el lugar que le corresponde
Lo que nunca debemos hacer
Aunque en estos casos, el dentista nos dará las pautas para ayudar al diente de leche a caer de forma rápida, es importante saber que jamás debemos forzarlo para evitar daños en la encía o en el diente definitivo.
El niño será quien, empujando con la lengua, ayudará al diente a irse desprediendo poco a poco. «Si hubiese que ayudar en algún momento, debemos hacerlo siempre con las manos bien limpias y con suaves movimientos ayudándonos de una gasita. Jamás forzándolo» – explica Lydia Almansa, auxiliar de clínica.
En resumen
Los dientes de tiburón se dan en uno de cada diez niños pero salvo situaciones excepcionales en las que el diente moleste o el detista lo considere necesario, no habrá que hacer nada y el diente de leche caerá por sí sólo en pocos días.
Siempre debe ser el odontopediatra quien valore cada caso concreto por lo que conviene visitarle de forma regular y no olvidarnos de ayudar a los más pequeños a que mantengan una correcta higiene y unos adecuados hábitos de salud bucodental.
FUENTE: bebesymas.com