¿Por qué perdemos los dientes?

¿Por qué perdemos los dientes?

Perder dientes cuando somos adultos es un problema que, a medida que envejecemos, puede afectar a la calidad de vida de una persona. Y es que la pérdida de dientes no simplemente es un problema que sufren los mayores, sino que puede darse en cualquier persona de edad adulta.

A la pérdida parcial o total de piezas dentales se le conoce como edentulismo, y se trata de un trastorno que va más allá de la cuestión estética, ya que puede alterar la forma de cerrar la boca o, incluso, puede afectar a la persona a la hora de masticar.

Según la Federación Internacional Dental (FDI, por sus siglas en inglés) este trastorno se ha reducido en las últimas décadas, aunque todavía existe una gran proporción de individuos que se ven afectados por este problema.

Causas de la pérdida de dientes

La pérdida de dientes no tiene una causa concreta, ya que puede darse en cualquier persona, tenga la edad que tenga y sea del sexo que sea.

Hasta el momento no se ha demostrado una relación causal, pero los expertos aseguran de que edentulismo suele coexistir con malas condiciones de salud.

De este modo, los profesionales creen que los principales motivos del edentulismo parcial o total son:

– Mala higiene bucal.

– Caries.

– Enfermedad periodontal.

– Accidentes o traumatismos.

La pérdida de dientes se asocia a un mayor deterioro cognitivo y demencia

Ahora, un nuevo estudio ha determinado que la pérdida de dientes es un factor de riesgo para el deterioro cognitivo y la demencia, y que, con cada diente que se pierde, el riesgo de deterioro cognitivo aumenta.

Aunque la misma investigación ha concluido que este riesgo no fue significativo entre los adultos mayores con dentadura postiza, lo que sugiere que el tratamiento oportuno con dentadura postiza puede proteger contra el deterioro cognitivo.

Este análisis, llevado a cabo por varios investigadores de la Facultad de Enfermería Rory Meyers de la Universidad de Nueva York (NYU) y publicado en The Journal of Post-Acute and Long-Term Care Medicine (JAMDA), ha llegado después de que otros estudios demostraran una conexión entre la pérdida de dientes y la disminución de la función cognitiva. De este modo, con este estudio, los expertos ofrecen una serie de posibles explicaciones para este vínculo.

Por un lado, la falta de dientes puede provocar dificultades para masticar, lo que puede contribuir a las deficiencias nutricionales o promover cambios en el cerebro. Un número creciente de investigaciones apunta a una conexión entre la enfermedad de las encías, que es una de las principales causas de la pérdida de dientes, y el deterioro cognitivo. Además, la pérdida de dientes también puede reflejar desventajas socioeconómicas a lo largo de la vida, siendo este un factor de riesgo para el deterioro cognitivo.

“Dado el asombroso número de personas a las que se les diagnostica la enfermedad de Alzheimer y la demencia cada año, y la oportunidad de mejorar la salud bucodental a lo largo de la vida, es importante comprender mejor la conexión entre la mala salud bucodental y el deterioro cognitivo”, explica Bei Wu, una doctora, profesora del Decanato de Salud Global en la Facultad de Enfermería Rory Meyers de la NYU y codirectora de la Incubadora de Envejecimiento de la universidad, que además es la autora principal del estudio.

De este modo, Wu y sus compañeros llevaron a cabo un meta-análisis utilizando estudios longitudinales sobre la pérdida de dientes y el deterioro cognitivo. En los 14 estudios que se incluyeron para realizar el análisis participaron un total de 34.074 adultos y 4.689 casos de personas con una función cognitiva disminuida.

La dentadura postiza mejoró el riesgo de deterioro cognitivo

Una vez realizado en análisis, los investigadores vieron que los adultos con más pérdida de dientes tenían un riesgo 1,48 veces mayor de desarrollar deterioro cognitivo y un riesgo 1,28 veces mayor de ser diagnosticados con demencia, incluso después de controlar otros factores.

Sin embargo, los adultos con pérdida de dientes eran más propensos a tener deterioro cognitivo si no llevaban dentadura postiza, concretamente un 23,8%, en comparación con los que tenían dentadura postiza, que tenían un 16,9% de probabilidades. Además, un análisis posterior reveló que la asociación entre la pérdida de dientes y el deterioro cognitivo no era significativa cuando los participantes tenían dentadura postiza.

De este modo, los expertos llevaron a cabo un análisis con tal de determinar si existía una asociación “dosis-respuesta” entre la pérdida de dientes y el deterioro cognitivo. Dicho de otra manera, querían confirmar si un mayor número de dientes perdidos estaba relacionado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo.

Finalmente, sus resultados confirmaron esta relación: por cada diente perdido adicional existía un 1,4% más de riesgo de deterioro cognitivo y un 1,1% más de riesgo de ser diagnosticado con demencia.

“Esta relación entre el número de dientes perdidos y el riesgo de disminución de la función cognitiva refuerza sustancialmente las pruebas que relacionan la pérdida de dientes con el deterioro cognitivo, y proporciona algunas pruebas de que la pérdida de dientes puede predecir el deterioro cognitivo”, concluye Xiang Qi, otro de los autores del estudio.

Los investigadores recalcan que, estos hallazgos “subrayan la importancia de mantener una buena salud bucodental y su papel para ayudar a preservar la función cognitiva”.

En definitiva, la mejor manera de prevenir la pérdida de dientes es llevar a cabo una buena higiene bucodental, cepillándose los dientes tres veces cada día o después de cada comida, siendo más insistentes antes de ir a dormir. Además, los expertos recomiendan complementar el cepillado con el uso de la seda, los cepillos interdentales y el enjuague bucal, así como visitar una vez al año al dentista y acudir siempre ante el inicio de cualquier problema.

Fuente: https://www.mundodeportivo.com/

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