Los dentistas insisten en que para tener la boca sana hay que trabajar la salud, “y no solo arreglarla cuando duele”.
El estilo de vida actual causa problemas dentales a más del 99% de la población que sufre o sufrirá algún tipo de enfermedad oral como caries, problemas de encías y mal-oclusión, según han indicado medio centenar de odontólogos durante la jornada ‘Viaje al Origen de la Salud Dental’, organizada por GSK Consumer Healthcare y la Sociedad Española de Odontología Preventiva (SESPO).
Uno de los motivos es la transformación de la alimentación humana ya que, con la cocción de los alimentos, “desaparece la presión selectiva sobre la eficacia masticatoria, y es el comienzo de la degeneración genética y funcional de nuestra dentición”, ha asegurado el director de la clínica dental Centro Avanzado de Prevención de Pamplona, José Ignacio Zalba.
Por otra parte, “nuestro cuerpo está diseñado para ingerir azúcar y grasa, esto significaba supervivencia en el pasado; pero el acceso a estos alimentos era limitado, ya que, por ejemplo, el azúcar solo lo obteníamos a través de frutas”, añade. Por el contrario, hoy tenemos acceso a numerosas fuentes de azúcares refinados.
Además, “la dieta civilizada blanda, no abrasiva y muy nutritiva”, sumada a otros factores, como la disminución de la lactancia materna o el uso de cubiertos para comer, “resulta en una falta de desarrollo óseo y muscular que se caracteriza por una disminución del volumen de los maxilares o la retención de las muelas del juicio”, detalla el doctor.
Durante la jornada se ha revisado la salud dental en el marco de la evolución, así como las conocidas ‘enfermedades de la civilización’. Por ello, el doctor José Larena-Avellaneda ha llevado a cabo la ponencia ‘La enfermedad de la evolución del aparato masticatorio humano’, dónde ha explicado qué provoca dos nuevas patologías traumáticas mecánicas.
Por un lado, el compromiso articular temporo-mandibular (CAT) y, por otro, el síndrome músculo temporal (SMT), de alta incidencia en la población. Se tratan de los trastornos provocados cuando la falta de desarrollo de los maxilares provoca una falta de espacio para que la mandíbula y su musculatura se muevan libremente al masticar o hablar, sin atraparse, golpearse o limitarse.
Sin embargo, “sabemos que en el Paleolítico, la vida era brutal y corta, y perder demasiados dientes reducía las posibilidades de sobrevivir; había poca enfermedad dental, apenas caries”, ha explicado el doctor Zalba, quién señala que no padecían estos problemas a pesar de la falta de higiene bucodental en relación con los problemas de la civilización.
“El Neolítico es el nacimiento de la civilización, y el desarrollo de la cultura que nos ha permitido superar muchas de las limitaciones que encontrábamos en el entorno natural, pero también es la puerta de entrada de las llamadas enfermedades de la civilización, entre las que se encuentran las enfermedades orales”, añade.
Los ponentes concluyeron el evento con un enfoque evolutivo para diseñar nuevas formas de prevención y tratamiento, señalando que, aunque la evolución y el estilo de vida han influido en la salud dental, “no estamos condenados a tener enfermedades de la boca; para tener la boca sana hay que trabajar la salud, y no solo arreglarla cuando duele, para ello los nuevos enfoques están dirigidos a la mínima intervención”, ha concluido el doctor.
FUENTE: dentalista.es